Estamos viendo como todas las personas tenemos rasgos que nos unen y que nos diferencian. Aunque nuestra piel tiene tonalidades distintas, todas tenemos un color hermoso. Unas tenemos el pelo oscuro y otras claro, unas rizado y otras liso, unas corto y otras largo... ¡Y nuestros ojos son de colores y formas tan diferentes! Pero todos sirven para ver y expresar. Y con nuestras narices y bocas respiramos, olemos y saboreamos, pero no hay ninguna igual.
Al mismo tiempo que nos vemos por fuera, empezamos a vernos por dentro. Qué nos gusta, cómo nos sentimos... Nuestro rostro nos lo cuenta.
En los corros también aprovechamos para ver mejor a nuestros compañeros y decirnos las cosas bonitas que nos gustan de ellos, ¡qué no son pocas!